"Comprar un cotxe de gamma alta és com comprar un robot"

Entrevistem a Raúl Rojas, matemàtic i expert en intel·ligència artificial de la Freie Universität (Berlín, Alemanya) 

 
Raúl Rojas, expert en intel·ligència artificial, matemàtic i economista mexicà afincat a Alemanya desde fa 34 anys, ens rep unes hores abans de la seva conferència a la II Nit de la Robòtica, organitzada pels Enginyers Industrials de Catalunya el passat 5 d’octubre.
En aquesta xerrada, Rojas ens apropa a algunes de les tecnologies claus que fan possible el desenvolupament del vehicle autònom. A més, reflexionem sobre el futur de la robòtica. La seva participació a la II Nit de la Robòtica no és, però, l’únic vincle del professor Rojas amb Catalunya. Per desenvolupar molts dels seus projectes artificials entre els anys 2010 i 2013, com ara Fumanoid, Neurocopter i Symplektikon, va utilitzar plaques electròniques d’una empresa catalana, ISEE.
 
¿Qué valoración hace de su participación como conferenciante en la 2a noche de la Robótica del Colegio Ingenieros industriales de Cataluña?
Es un gran honor que me hayan invitado para dar esta conferencia. Me gusta mucho venir a Barcelona, esta es mi cuarta ocasión que estoy en la ciudad. Es una de mis ciudades favoritas y por eso me da mucho gusto estar hoy aquí en este evento.
 
¿Puede resumirnos las ideas principales que recogerá su conferencia?
Lo que voy a mostrar es que ha habido un desarrollo muy  importante en el área automotriz que ha transformado los autos modernos en robots. Lo que siempre digo a mis amigos es que cuando compran un auto de gama alta están comprando realmente un robot. Ya tiene tanta electrónica, tantas redes de comunicación y tantos componentes que el conductor no va realmente solo en el automóvil, sino que lleva un ángel de la guarda como copiloto. Este ángel de la guarda ya hace cosas como que el coche no derrape en las curvas o que no choque cuando va a alta velocidad y algo se cruza. 
Por tanto, una cuestión que intuitivamente podría ocurrir es que el auto se condujera solo. Es un proceso evolutivo de los sistemas de  asistencia al conductor, que ahora ya le ayudan a determinadas actividades. Los sistemas se van conectando hasta que llega el momento de apretar el botón y el auto ya va por sí solo. Se trata de una evolución de la tecnología pasada a la tecnología actual, en la que una computadora es la que va a manejar el auto. Es lo que voy a mostrar, así como ejemplos de la tecnología que se ha desarrollado para hacerlo posible.
 
¿Podemos afirmar que el vehículo autónomo es un ejemplo perfecto de la conjunción de tres ámbitos profesionales relacionados con las tecnologías disruptivas, es decir, industria, telecomunicaciones e informática?
Efectivamente. En cuanto a la robótica estamos hablando de integración de sistemas. El robot no es sólo el metal, sino el diseño, la mecánica, la electrónica y la inteligencia. Por eso cuando hablamos de este tipo de vehículos todo confluye. Por otro lado, necesitamos sensores que puedan detectar la situación del tráfico y puedan decirle al vehículo cuántos hay a su alrededor,  a qué velocidad, qué tan lejos está situado, etc. Necesitamos, además, un sistema inteligente que sepa y pueda operar con las reglas de tráfico, que sepa quien tiene preferencia de paso en una intersección. Además, necesitamos una inteligencia equivalente al sentido común de las personas. Por ejemplo, me he de mantener en mi carril a menos que necesite rebasar al vehículo de enfrente. 
Por tanto, se trata de dos partes. Una parte sensorial y de mecánica y la otra de inteligencia. Lo que nos interesa a nosotros es la inteligencia. Lo que digo siempre es que un vehículo autónomo es como un taxi. Me subo al taxi y ya no me preocupo de cómo llegar a mi destino. Lo que estamos desarrollando nosotros es el taxista.
 

“Donde todavía hay más campo para desarrollar la robótica  es en la producción industrial” 

 

¿Cuáles son los principales obstáculos que cree que debe solucionar la robótica y la inteligencia artificial para hacer viables los vehículos autónomos?

Hay muchos desafíos, pero podemos identificar dos escenarios distintos. Uno es el área de la carretera. La tecnología actual ya puede manejar la carretera, en el sentido de que se trata de mantenerse en el carril y, de vez en cuando, rebasar a un vehículo que va muy despacio. Las mayores compañías automotrices ya plantearon que a partir de 2020 o 2021van a estar ofreciendo vehículos con la posibilidad de autonomía en la carretera. 
El segundo escenario es la ciudad, que es mucho más compleja porque puede pasar cualquier cosa. Los peatones no siempre cruzan las calles por los pasos de cebra, pueden salir vehículos estacionados, hay bicicletas y niños, etc. Pienso que para llegar a una situación en la que el vehículo sea tan seguro para que lo podamos dejar manejar solo por una ciudad como Barcelona necesitamos 20 o 30 años más de desarrollo. Y, también, de adaptación de las personas a la idea de que circulen vehículos sin conductor. Es un problema de adaptación social.
 
¿En qué fase está el proyecto del automóvil sin piloto que han desarrollado en Berlín?
Ya tenemos la licencia de las autoridades de tráfico para manejar en Berlín. Hemos tardado 18 meses en obtenerla porque nos hicieron superar todo tipo de pruebas, como que reconociéramos semáforos, peatones, otros vehículos, etc. Como vehículo prototipo ya hemos estado circulando en Berlín, en Suiza, en Estados Unidos y en México. El año pasado mostramos al vehículo recorriendo 2.400 kilómetros desde Nogales, en Arizona, hasta la Ciudad de México de manera autónoma.
Digamos que tenemos un prototipo que se puede utilizar en la ciudad, pero siempre con las restricciones de que un conductor de seguridad tiene que ir detrás del volante para intervenir en caso necesario.
 
Otro de los proyectos destacados en los que ha trabajado ha sido el del fútbol robótico, llamado Fumanoids
Este fue un proyecto previo al desarrollo de autos autónomos. Empecé a trabajar en fútbol robótico en 1998 como una especie de laboratorio para el desarrollo de la capacidad de los robots autónomos. Una vez logrado cierto nivel de desarrollo de los robots futbolistas decidimos pasar a los vehículos autónomos. Fue un gran brinco, pero esos robots pequeños ayudaron a tener la tecnología lista para manejar robots de mayor envergadura. 
 
¿Cuáles son las principales líneas de investigación del Grupo de Inteligencia Artificial de la Universidad de Berlín?
Además de los vehículos autónomos estamos desarrollando sillas de ruedas autónomas. La idea es que el usuario le diga a la silla de ruedas dónde quiere ir. La silla tiene el mapa de la ciudad y la lleva por la acera. Es incluso más difícil que el vehículo autónomo porque es mucho más complicado circular por la acera que por la calzada.
Además, estamos investigando los robots biomiméticos, que trata de imitar determinados  procesos biológicos. Tenemos un robot que imita a un pez, le llamamos robofish, y a otro que imita el baile de las abejas.
 
¿Está de acuerdo con la afirmación de que la próxima revolución protagonizada por robots será la de la robótica de servicios?
Parcialmente. Creo que donde hay más campo para desarrollar la robótica todavía es en la producción industrial, manufacturera. Precisamente hoy fui a ver la fábrica de SEAT, donde ya está muy automatizada la producción. Uno mismo ve al observar la línea de montaje y de actividades que los obreros que están ahí trabajando realmente están supervisando las máquinas y que todo funcione bien. No está lejano el día en que incluso ese tipo de trabajo se pueda substituir por máquinas. Donde más impacto está teniendo la robótica actualmente es en la fábrica, simplemente eliminando muchos tipos de empleos que existían. Y ya está empezando a suceder lo mismo en otros sectores, como el bancario y el financiero. Ya casi nadie va a un banco a operar con dinero, se hace todo por internet a menos que quieras sacar dinero del cajero automático. Pero dentro de poco no va a haber ni cajeros automáticos porque el dinero estará en nuestro celular.
Los robots de servicios tipo mayordomo, por los que mucha gente me pregunta, serán los últimos en llegar porque son los robots más difíciles de producir porque requieren más inteligencia.
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